Tomad un metro.
Medid 44.5 cm. Buscad un asiento y comparad 44.5 cm con el ancho del asiento. Ahora sentaos en ese asiento. Medid 78 cm desde la parte de atrás del respaldo hacia adelante. Ese es el espacio en el que viviremos en el avión durante unas cuantas horas...
Aunque lo hayáis medido bien, os parecerá mucho. Pero... ahí hay que meter los reposabrazos (¡porras!) y el respaldo del asiento de delante, con la bolsa de folletos etc (¡más porras!). Lo normal es que te quite al menos 5 cm. En mi caso mi fémur hace que necesite al menos 65cm lineales. Y normalmente toco el asiento del siguiente inquilino.
¡Y no digamos nada si decide echarse para atrás!
Las aventuras (esperemos que muchas) y desventuras (esperemos que pocas) de unos navarricos en EE.UU.
domingo, 29 de marzo de 2015
sábado, 28 de marzo de 2015
¡¡¡Habemus Visa!!!
¡Ya tenemos todas las visas en sus pasaportes!
Al menos no hemos tenido problemas con Correos... Me contaron dos casos muy directos donde se les traspapeló uno de los pasaportes.
¡Pero a nosotros no! Yo pensé que igual mandaban todos los pasaportes juntitos, en un sólo paquete, pero ¡qué va hombre! Un paquete pa' cada uno.
Total, que allí me tuve que ir con el Libro de Familia y el DNI de "my wife" con una autorización suya para recoger todos. Eso fue lo que me dijeron por teléfono.
Y claro, como podéis adivinar, me fui con todo y... ¡no miraron nada! Vamos, ni abrieron el Libro de Familia ni miraron el DNI de "my wife".
Al menos no hemos tenido problemas con Correos... Me contaron dos casos muy directos donde se les traspapeló uno de los pasaportes.
¡Pero a nosotros no! Yo pensé que igual mandaban todos los pasaportes juntitos, en un sólo paquete, pero ¡qué va hombre! Un paquete pa' cada uno.
Total, que allí me tuve que ir con el Libro de Familia y el DNI de "my wife" con una autorización suya para recoger todos. Eso fue lo que me dijeron por teléfono.
Y claro, como podéis adivinar, me fui con todo y... ¡no miraron nada! Vamos, ni abrieron el Libro de Familia ni miraron el DNI de "my wife".
¿¿Y si nos toca mesa en las elecciones??
He estado hablando con un compañero que se va a ir a Alemania, y hemos discutido qué puede llegar a pasar en el hipotético caso en el que nos toque a alguno Mesa Electoral en la elecciones.
Según la ley, cualquier persona inscrita en el censo electoral (que a se vez se alimenta del Padrón Municipal) y que sepa leer y escribir puede ser llamado a formar parte de este glorioso instrumento de la democracia (no se si se pilla el retintín...).
Y la ley deja al albedrío de las Juntas Electorales decidir si las motivaciones que uno aporta para no acudir son suficientes. A nosotros ya nos ocurrió hace años, estando también fuera, el que a mi mujer le tocara ser vocal. Entonces "se libró" alegando estar embarazada (lo cual era cierto pero independientemente de eso estábamos a 900 km!!).
Ahora vamos aún más lejos, y la duda llega: ¿se aceptará el estar ausente? ¿cómo lo justifico?
Bien, la propia junta electoral central ha publicado un listado no exhaustivo de excusas plausibles. Una de ellas es el justificar el que uno esté en "otra Comunidad Autónoma". Vale, pero ¿y si estás en otro país?
Cuando estuvimos dos años en París hicimos las cosas como había que hacerlas: nos inscribimos en el Registro de Matrícula del Consulado de España en París. En aquel momento ya pensé "vaya nombrecito" y rebuscando ahora informaciones varias he caído en este BOE
que regula la situación de españoles en el extranjero. Resulta que la norma es de ... ¡¡1849!! de ahí el nombre que suena antiguo.
Volviendo a la historia del abuelo cebolleta, en aquel momento nos inscribimos primero como "Transeúntes" (al principio) y luego como "Residentes" (después de llevar un tiempito). Nos ayudó bastante a la hora de inscribir a nuestro hijo mayor cuando nació.
Pero de entonces a ahora la cosa ha cambiado. Se publicó el BOE citado más arriba, donde indica que ahora en el Registro hay "Residentes" y "No Residentes". Bien, el nombre de Transeúntes nunca me gustó...
Son Residentes los que lleven ya más de un año en el país de destino, y No Residentes los que estén menos: ahí entran los estudiantes, turistas, y... nosotros.
Pero todo tiene implicaciones. Los que son Residentes se les inscribe en el PERE y el CERA (que rima con Pera Limonera). El PERE es el padrón de Españoles Residentes en el Extranjero y el CERA es el Censo de Españoles Residentes Ausentes. ¿A que mola? (A mí, tampoco!).
Es decir los Residentes ya no están empadronados en España, y sólo pueden votar en las elecciones Generales (creo).
Los No Residentes, en cambio, siguen empadronados en su localidad de origen y en el Censo normal. Es decir, que seguiremos pudiendo reivindicar nuestro derecho al pataleo cual Infanzones de Obanos
Conclusión número 1: Podemos votar, lo que no sé es si queremos.
Conclusion número 2: Entramos en el sorteo.
Llegados a este punto, y tras tanta morralla, espero que si resultáramos o resutásemos elegidos para las mesas, nos acepten la inscripción como No Residentes en el Consulado de San Francisco para eximirnos de acudir...
Según la ley, cualquier persona inscrita en el censo electoral (que a se vez se alimenta del Padrón Municipal) y que sepa leer y escribir puede ser llamado a formar parte de este glorioso instrumento de la democracia (no se si se pilla el retintín...).
Y la ley deja al albedrío de las Juntas Electorales decidir si las motivaciones que uno aporta para no acudir son suficientes. A nosotros ya nos ocurrió hace años, estando también fuera, el que a mi mujer le tocara ser vocal. Entonces "se libró" alegando estar embarazada (lo cual era cierto pero independientemente de eso estábamos a 900 km!!).
Ahora vamos aún más lejos, y la duda llega: ¿se aceptará el estar ausente? ¿cómo lo justifico?
Bien, la propia junta electoral central ha publicado un listado no exhaustivo de excusas plausibles. Una de ellas es el justificar el que uno esté en "otra Comunidad Autónoma". Vale, pero ¿y si estás en otro país?
Cuando estuvimos dos años en París hicimos las cosas como había que hacerlas: nos inscribimos en el Registro de Matrícula del Consulado de España en París. En aquel momento ya pensé "vaya nombrecito" y rebuscando ahora informaciones varias he caído en este BOE
que regula la situación de españoles en el extranjero. Resulta que la norma es de ... ¡¡1849!! de ahí el nombre que suena antiguo.
Volviendo a la historia del abuelo cebolleta, en aquel momento nos inscribimos primero como "Transeúntes" (al principio) y luego como "Residentes" (después de llevar un tiempito). Nos ayudó bastante a la hora de inscribir a nuestro hijo mayor cuando nació.
Pero de entonces a ahora la cosa ha cambiado. Se publicó el BOE citado más arriba, donde indica que ahora en el Registro hay "Residentes" y "No Residentes". Bien, el nombre de Transeúntes nunca me gustó...
Son Residentes los que lleven ya más de un año en el país de destino, y No Residentes los que estén menos: ahí entran los estudiantes, turistas, y... nosotros.
Pero todo tiene implicaciones. Los que son Residentes se les inscribe en el PERE y el CERA (que rima con Pera Limonera). El PERE es el padrón de Españoles Residentes en el Extranjero y el CERA es el Censo de Españoles Residentes Ausentes. ¿A que mola? (A mí, tampoco!).
Es decir los Residentes ya no están empadronados en España, y sólo pueden votar en las elecciones Generales (creo).
Los No Residentes, en cambio, siguen empadronados en su localidad de origen y en el Censo normal. Es decir, que seguiremos pudiendo reivindicar nuestro derecho al pataleo cual Infanzones de Obanos
Conclusión número 1: Podemos votar, lo que no sé es si queremos.
Conclusion número 2: Entramos en el sorteo.
Llegados a este punto, y tras tanta morralla, espero que si resultáramos o resutásemos elegidos para las mesas, nos acepten la inscripción como No Residentes en el Consulado de San Francisco para eximirnos de acudir...
jueves, 26 de marzo de 2015
Dichosas lentillas...
Uno va sumando añitos, y como consecuencia empieza a tener goteras... En mi caso el colesterol tiene la manía de ir por libre, así que el médico me recomendó desde hace un par de años empezar a tomar mi pastillita de Atorvastatina.
Como nos vamos un tiempito he pensado, muy sagazmente, que igual hay límites para importar medicamentos. Efectivamente, haberlos haylos, cual meigas, pero no hay problema si vas con receta.
La sorpresa ha venido cuando, en el apartado de "Medicinas y sustancias ilegales" de la web del ESTA (Electronic System for Travel Autoriz.) del departamento de estado, me encuentro el texto siguiente:
Total, que ya he hablado con la óptica para que me preparen un informe sobre los parámetros de adaptación de las lentes de contacto (dioptrías, ejes, curvatura córnea, diámetro...) y al oftalmólogo un informe (de ser posible en inglés) sobre la necesidad de las gafas.
NO deberíamos necesitar estos informes, pero basta con que uno no los lleve, para que surja un problema.
¿¿¿Qué otras sorpresas nos esperan escondidas???
Actualización:
Dos páginas interesantes: Medicamentos sin receta en USA (over-the-counter) y la pagina del vademecum para correspondencias internacionales (por ejemplo, para atorvastatina).
Como nos vamos un tiempito he pensado, muy sagazmente, que igual hay límites para importar medicamentos. Efectivamente, haberlos haylos, cual meigas, pero no hay problema si vas con receta.
La sorpresa ha venido cuando, en el apartado de "Medicinas y sustancias ilegales" de la web del ESTA (Electronic System for Travel Autoriz.) del departamento de estado, me encuentro el texto siguiente:
- Es importante destacar que en Estados Unidos las lentes de contacto necesitan de una receta médica, por lo que se hace necesario llevar insumos suficientes si no le será posible visitar un oftalmólogo en Estados Unidos para conseguir la prescripción.
Total, que ya he hablado con la óptica para que me preparen un informe sobre los parámetros de adaptación de las lentes de contacto (dioptrías, ejes, curvatura córnea, diámetro...) y al oftalmólogo un informe (de ser posible en inglés) sobre la necesidad de las gafas.
NO deberíamos necesitar estos informes, pero basta con que uno no los lleve, para que surja un problema.
¿¿¿Qué otras sorpresas nos esperan escondidas???
Actualización:
Dos páginas interesantes: Medicamentos sin receta en USA (over-the-counter) y la pagina del vademecum para correspondencias internacionales (por ejemplo, para atorvastatina).
sábado, 21 de marzo de 2015
Estáis casados, ¿no?
Tras un arduo proceso de preparación, ¡por fin! estábamos listos para la entrevista en la embajada de EE.UU. en Madrid. Es en esa entrevista donde se decide si nos dan o no el visado. Al final os diremos cómo nos fue... ;-)
Lo primero fue desayunarse sobre cuáles son los tipos de visado. Hay tantos tipos como letras tiene el abecedario. Nosotros, después de bucear un rato y preguntar a otros que ya han pasado por el tema, nos correspondía el visado de no inmigrante tipo J1 (yo) y J2 (el resto de la peña). No inmigrante significa que vas a volver a tu país, y J es que eres un "visitante de intercambio".
Y este es únicamente el punto de partida. Paso número 1: obtener, emitido por el centro de destino (University of Washington) el impreso DS-2019. Realmente, es parecido a una "invitación", lo único es que tienes que demostrar que tienes medios para vivir en Seattle (qué cara es!) seguro médico etc, etc. Vamos, que preparar todo lo que te piden para emitirlo te lleva un tiempito.
A finales de enero mandamos todo para que nos lo emitieran, y nos dijeron que tardarían 6 semanas. De facto tardaron "sólo" cinco, y nos llegó el dichoso impreso. A título de curiosidad comentaré que en el impreso indican "tiempo estimado para rellenearlo: 45 minutos". No se si es cierto o no, pero 45 minutos y 5 semanas no me cuadra mucho... Me hace pensar que la "burrocracia" es igual en todos los sitios.
Cuando nos llegó nos alegramos porque el primer escollo estaba superado, hasta que miramos la fecha de inicio. AARGHHH!!!! Estaba mal! Y la peculiaridad de estos visados es que puedes entrar hasta un mes ANTES de la fecha de inicio, pero NI UN DIA después. Y, como bien habréis adivinado, estaba mal indicado en la dirección desastrosa: Nos habían puesto una fecha de inicio ANTERIOR a nuestros billetes.
Sí, ya sé, a quién se le ocurre comprar los billetes antes de tener el visado. Pero es que la política de las compañías aéreas no hay quien las entienda. Encontré varios blogs con "estudios de campo" sobre evolución de precios, y todos indicaban que hay una ventana relativamente estrecha en la que los precios son lo más bajos posibles. Y he ahí que nosotros hicimos lo indicado, y conseguimos billetitos "baratos" (es un decir...).
Volviendo a nuestro DS2019, eso implicaba que lo tenían que reemitir. Hala, a esperar otra vez.
Y por fin llegó el dichoso DS2019, todo mono él (ellos debería decir) con sus datos bien puestos. Snif! Con él llegó una sorpresa de tantas, y es que "debíamos adjuntar este impreso a los anteriores, los erróneos, porque los nuevos son una enmienda, los originales son los que nos mandaron".
Aquí yo sentí un sudor frío recorrerme el cuerpo. Si te dicen que van a emitir nuevos, tu pensamiento original es titarlos a la basura y esperar los nuevos, ¿no? Bien, no se por qué regla de tres los guardamos. ¡Y menos mal! Pudimos hacer lo que nos decían. No quiero pensar el retraso si nos hubieran tenido que mandar OTRA VEZ los originales.
Bien, ahora diréis, pues ya está, ¿no? Craso error! Ahora hay que:
(i) Pagar la emisión de los DS-2019.
(ii) Acceder a la web de le embajada en Madrid y rellenar los DS-160.
Claro, ¿qué son los DS160? Pues un lugar donde te confiesas. Primero les dices qué número de zapato usas, entre otros detalles. Y luego respondes a ¿has matado a alguien? entre otras lindezas.
También necesitas una foto de 2x2 pulgadas. Justo lo que sueles tener en el cajón. Así que nos armamos de paciencia, y montamos nuestro estudio fotográfico en una pared blanca de casa.
Después de introducir tropecientas mil veces los datos, ya se quedó todo listo, mandamos en la web los DS160, y ya ¡podíamos pagar el visado!
Claro, como no somos ni uno ni dos, sino unos cuantos, 180 USD acumulado con los que somos supera el límite de pago con tarjeta diario y el de transferencia online. Y no se puede fraccionar. Otra vez AARGG! Bien, es una pega menor. Hicimos por fin la transferencia, y ¡por fin! podíamos pedir la entrevista donde nos podían dar o no el visado.
Fuimos el día 20 de marzo, aprovechando que los niños tenían puente. Para allá nos fuimos el matrimonio, dejando aquí a los hijos menores de 14 (ellos no tenían que hacer entrevista).
Pero el 18 casi me da un pasmo. A estas alturas uno ya está más que saturado de papeles. Y lo malo es que en diferentes lugares oficiales te dicen que tienes que llevar diferentes papeles. Hay dos opciones: aplicar una operación AND y llevarte sólo lo que aparece en todas las listas, o aplicar una operación OR y llevarte todo lo que aparece en cada una de ellas.
Los que me conocéis os imagináis bien que opté por la opción OR. Pero por cansancio, o hartazgo, se me pasó un papel. Y aquí llegó el problema. En uno de los listados (justo el último, el que llegó después de hacer el pago) mostraba que hacían falta "Certificados de Nacimiento y Matrimonio" Originales. Eso no es algo que uno tenga normalmente... Conectándonos a la web del ministerio resulta que ahora te puedes descargar en el momento, con certificado digital, tu partida de matrimonio. Así que ese puente lo cruzamos sin problemas. Pero los de Nacimiento de los niños no, sólo puedes pedir el de la persona que firma digitalmente la petición. Tercera crisis ARGGHH! Y esta ya más "gorda". ¿Para que quieren los papeles? Para demostrar que somos los padres de los niños. La razón está muuuuy clara, y es de peso.
El problema es que no nos daba tiempo de obtener los papeles que piden en ese listado. Y he aquí que caí en el blog de otros que otrora cruzaron el mismo desierto. Nos dieron muuucha información valiosa, que vamos a intentar actualizar a marzo de 2015.
Volviendo al problema del certificado, comentaban que ellos no tenían el de matrimonio, y lo que hicieron fue llevar el libro de familia. Con eso les bastó. De hecho, el listado disponible en la web de la embajada únicamente nombra el libro de familia, y no los certificados. Así que parece que la operación AND funciona, y cruzando dedos, para Madrid nos fuimos SIN los certificados (bueno, uno sí que lo teníamos, el del mayor, pero nos faltaban los demás...).
Por fin en la embajada
Y llegó el día. Nuestra cita era a las 9:00, y en todos los sitios indicaban que sólo te dejan entrar desde un cuarto de hora antes, así que llegamos la víspera en tren, dormimos en los madriles, y a las 08:47 estábamos en la cola en Serrano 75.
Primera buena noticia: la descripción del blog que citaba más arriba era muuuy precisa. En nuestro caso en la cola solamente había cuatro personas delante. Mientras esperábamos, una mujer española recorría la cola pidiendo que introdujéramos en un portafolios de plástico transparente (que ella nos daba) los resguardos de los DS160, los pasaportes y las fotos. Y ahí metimos (en un sólo portafolios) lo de toooda la familia. Vamos, que quedó un dossier "gordote".
Para entrar vienen a buscarte, de uno en uno (bueno, de "grupo de solicitantes" en "grupo de solicitantes", ya que nosotros entramos juntos), y llegamos al control de seguridad. Y aquí otra vez confirmamos lo del blog referenciado más arriba. SÍ puedes llevar bolso pequeño (aunque nosotros decidimos no arriesgar y fuimos sin nada) y SÍ puedes llevar móvil, aunque te lo confiscan y debes recuperarlo a la salida (tambien fuimos sin móviles).
Cruzas el arco de seguridad + rayos X para los abrigos, bolsos y demás, y llegas a una ventanilla donde verifican otra vez que llevas los papeles necesarios. Aquí es donde se ve que no van muchas familias. Son ventanillas tipo banco, blindadas, y los papeles hay que pasarlos por una bandeja de acero inferior. Bien, resulta que si vas con un sólo pasaporte todo va bien, pero si vas en plan familia numerosa, digamos que el "gato esponjoso" no pasa bien.... ;-)
Si todo está bien, te dan un número, y accedes a una sala con un aforo máximo de 65 personas. En nuestro caso (marzo) no había demasiada gente, creo que en ningún momento pasamos de 20-30 personas. Entrábamos a las 09:03. Timing perfecto! Y aquí llegó la sorpresa. ¡Casi no tuvimos que esperar!
Como comentaban en el blog, tienes que pasar por tres ventanillas, la tercera es la entrevista con el Agente Consular. En nuestro caso las dos primeras fueron en español, y sólo la tercera transcurrió en inglés. Enseguida nos pasaron a la primera ventanilla , donde verificaron los papeles. Ya enseguida vimos que la operación correcta (de las nombradas más arriba) era la excluyente. Sólo nos pidió los DS2019 (además del dossier de plástico con los DS160, pasaportes y fotos, que hubo que pasar por debajo del cristal blindado y que casi no pasaba...). Y además sólo los "enmendados", los otros ni mirarlos. Vamos, que casi me "adiestró" diciendo que los que contaban eran los últimos.
Y diréis, ¿qué pasó con el libro de familia y los certificados? Bien, todo quedó resumido a una pregunta:
Empleada del consulado: "Estáis casados, ¿no?"
Nosotros: "sí"
Simple. Con eso acabamos con la primera ventanilla. No nos pidieron ni demostrar los ingresos que nos iban a permitir subsistir (debíamos llevarlo) ni pruebas de arraigo para demostrar que vas a volver, ni ná de ná. Sólo el DS160, el DS2019, los pasaportes y las afotos. ¡Ni siquiera los recibos de pago!
De ahí pasamos a la segunda ventanilla, donde dejamos las huellas de nuestros deditos, y para las 9:10 ya estábamos en espera para la entrevista. Ahí nos tocó esperar un poquito (no más de media hora), y pasamos todos a la entrevista.
No se cuánto duró, pero desde luego no fue ni cinco minutos. Tuve que contar qué iba a hacer, y cuándo íbamos para Seattle, y poco más. Si alguna vez habéis cruzado la frontera de los USA con un ESTA, os puedo decir que en nuestro caso la entrevista fue parecida a la del control de fronteras...
Sólo hablé yo, a los demás no les preguntaron nada. Parece que sólo tienen que ir para dejar las huellas.
Y para acabar el Agente Consular nos dijo que en una semana tendríamos los visados en casa, nos deseó una buena estancia y salíamos aproximadamente a las 9:45. Tiempo total en la embajada: 45 minutos. Tiempo total desde que llegamos a la cola, una hora escasa.
Nosotros que habíamos reservado el tren para volver a las 17:30, para dejar tiempo (ya que en todos los sitios te dicen claramente que puedes estar varias horas), nos encontramos con un montón de horas libres en Madrid (y sin móvil!).
Quisiera aclarar que obviamente esta es nuestra experiencia, no tiene por qué ser la de otros. De hecho, nos tocó ver delante nuestra cómo denegaban el visado en un par de ocasiones. Pero en nuestro caso, en marzo de 2015, fue así de simple.
¿Qué hicimos en Madrid? Una visita improvisada por el Madrid de los Austrias con los miembros de la familia que no habían estado en Madrid (Culpa nuestra, conocen mejor Paris y Londres que Madrid...). Visita al Retiro, a la Puerta del Sol, Palacio Real (sólo exterior).
Obviamente estuvimos en la Plaza Mayor, donde en vez de tomarnos una "relaxing cup of café con leche" lo que descubrimos fue el Mercado de San Miguel:
Un muy buen sitio donde "relajarse" y tomarse un pinchito. Muy recomendable (aunque también muy turístico).
Terminamos el día con visita al Retiro, comida en un Foster y compritas en un Fnac. Ahora, a esperar a los pasaportes....
Lo primero fue desayunarse sobre cuáles son los tipos de visado. Hay tantos tipos como letras tiene el abecedario. Nosotros, después de bucear un rato y preguntar a otros que ya han pasado por el tema, nos correspondía el visado de no inmigrante tipo J1 (yo) y J2 (el resto de la peña). No inmigrante significa que vas a volver a tu país, y J es que eres un "visitante de intercambio".
Y este es únicamente el punto de partida. Paso número 1: obtener, emitido por el centro de destino (University of Washington) el impreso DS-2019. Realmente, es parecido a una "invitación", lo único es que tienes que demostrar que tienes medios para vivir en Seattle (qué cara es!) seguro médico etc, etc. Vamos, que preparar todo lo que te piden para emitirlo te lleva un tiempito.
A finales de enero mandamos todo para que nos lo emitieran, y nos dijeron que tardarían 6 semanas. De facto tardaron "sólo" cinco, y nos llegó el dichoso impreso. A título de curiosidad comentaré que en el impreso indican "tiempo estimado para rellenearlo: 45 minutos". No se si es cierto o no, pero 45 minutos y 5 semanas no me cuadra mucho... Me hace pensar que la "burrocracia" es igual en todos los sitios.
Cuando nos llegó nos alegramos porque el primer escollo estaba superado, hasta que miramos la fecha de inicio. AARGHHH!!!! Estaba mal! Y la peculiaridad de estos visados es que puedes entrar hasta un mes ANTES de la fecha de inicio, pero NI UN DIA después. Y, como bien habréis adivinado, estaba mal indicado en la dirección desastrosa: Nos habían puesto una fecha de inicio ANTERIOR a nuestros billetes.
Sí, ya sé, a quién se le ocurre comprar los billetes antes de tener el visado. Pero es que la política de las compañías aéreas no hay quien las entienda. Encontré varios blogs con "estudios de campo" sobre evolución de precios, y todos indicaban que hay una ventana relativamente estrecha en la que los precios son lo más bajos posibles. Y he ahí que nosotros hicimos lo indicado, y conseguimos billetitos "baratos" (es un decir...).
Volviendo a nuestro DS2019, eso implicaba que lo tenían que reemitir. Hala, a esperar otra vez.
Y por fin llegó el dichoso DS2019, todo mono él (ellos debería decir) con sus datos bien puestos. Snif! Con él llegó una sorpresa de tantas, y es que "debíamos adjuntar este impreso a los anteriores, los erróneos, porque los nuevos son una enmienda, los originales son los que nos mandaron".
Aquí yo sentí un sudor frío recorrerme el cuerpo. Si te dicen que van a emitir nuevos, tu pensamiento original es titarlos a la basura y esperar los nuevos, ¿no? Bien, no se por qué regla de tres los guardamos. ¡Y menos mal! Pudimos hacer lo que nos decían. No quiero pensar el retraso si nos hubieran tenido que mandar OTRA VEZ los originales.
Bien, ahora diréis, pues ya está, ¿no? Craso error! Ahora hay que:
(i) Pagar la emisión de los DS-2019.
(ii) Acceder a la web de le embajada en Madrid y rellenar los DS-160.
Claro, ¿qué son los DS160? Pues un lugar donde te confiesas. Primero les dices qué número de zapato usas, entre otros detalles. Y luego respondes a ¿has matado a alguien? entre otras lindezas.
También necesitas una foto de 2x2 pulgadas. Justo lo que sueles tener en el cajón. Así que nos armamos de paciencia, y montamos nuestro estudio fotográfico en una pared blanca de casa.
Después de introducir tropecientas mil veces los datos, ya se quedó todo listo, mandamos en la web los DS160, y ya ¡podíamos pagar el visado!
Claro, como no somos ni uno ni dos, sino unos cuantos, 180 USD acumulado con los que somos supera el límite de pago con tarjeta diario y el de transferencia online. Y no se puede fraccionar. Otra vez AARGG! Bien, es una pega menor. Hicimos por fin la transferencia, y ¡por fin! podíamos pedir la entrevista donde nos podían dar o no el visado.
Fuimos el día 20 de marzo, aprovechando que los niños tenían puente. Para allá nos fuimos el matrimonio, dejando aquí a los hijos menores de 14 (ellos no tenían que hacer entrevista).
Pero el 18 casi me da un pasmo. A estas alturas uno ya está más que saturado de papeles. Y lo malo es que en diferentes lugares oficiales te dicen que tienes que llevar diferentes papeles. Hay dos opciones: aplicar una operación AND y llevarte sólo lo que aparece en todas las listas, o aplicar una operación OR y llevarte todo lo que aparece en cada una de ellas.
Los que me conocéis os imagináis bien que opté por la opción OR. Pero por cansancio, o hartazgo, se me pasó un papel. Y aquí llegó el problema. En uno de los listados (justo el último, el que llegó después de hacer el pago) mostraba que hacían falta "Certificados de Nacimiento y Matrimonio" Originales. Eso no es algo que uno tenga normalmente... Conectándonos a la web del ministerio resulta que ahora te puedes descargar en el momento, con certificado digital, tu partida de matrimonio. Así que ese puente lo cruzamos sin problemas. Pero los de Nacimiento de los niños no, sólo puedes pedir el de la persona que firma digitalmente la petición. Tercera crisis ARGGHH! Y esta ya más "gorda". ¿Para que quieren los papeles? Para demostrar que somos los padres de los niños. La razón está muuuuy clara, y es de peso.
El problema es que no nos daba tiempo de obtener los papeles que piden en ese listado. Y he aquí que caí en el blog de otros que otrora cruzaron el mismo desierto. Nos dieron muuucha información valiosa, que vamos a intentar actualizar a marzo de 2015.
Volviendo al problema del certificado, comentaban que ellos no tenían el de matrimonio, y lo que hicieron fue llevar el libro de familia. Con eso les bastó. De hecho, el listado disponible en la web de la embajada únicamente nombra el libro de familia, y no los certificados. Así que parece que la operación AND funciona, y cruzando dedos, para Madrid nos fuimos SIN los certificados (bueno, uno sí que lo teníamos, el del mayor, pero nos faltaban los demás...).
Por fin en la embajada
Y llegó el día. Nuestra cita era a las 9:00, y en todos los sitios indicaban que sólo te dejan entrar desde un cuarto de hora antes, así que llegamos la víspera en tren, dormimos en los madriles, y a las 08:47 estábamos en la cola en Serrano 75.
Primera buena noticia: la descripción del blog que citaba más arriba era muuuy precisa. En nuestro caso en la cola solamente había cuatro personas delante. Mientras esperábamos, una mujer española recorría la cola pidiendo que introdujéramos en un portafolios de plástico transparente (que ella nos daba) los resguardos de los DS160, los pasaportes y las fotos. Y ahí metimos (en un sólo portafolios) lo de toooda la familia. Vamos, que quedó un dossier "gordote".
Para entrar vienen a buscarte, de uno en uno (bueno, de "grupo de solicitantes" en "grupo de solicitantes", ya que nosotros entramos juntos), y llegamos al control de seguridad. Y aquí otra vez confirmamos lo del blog referenciado más arriba. SÍ puedes llevar bolso pequeño (aunque nosotros decidimos no arriesgar y fuimos sin nada) y SÍ puedes llevar móvil, aunque te lo confiscan y debes recuperarlo a la salida (tambien fuimos sin móviles).
Cruzas el arco de seguridad + rayos X para los abrigos, bolsos y demás, y llegas a una ventanilla donde verifican otra vez que llevas los papeles necesarios. Aquí es donde se ve que no van muchas familias. Son ventanillas tipo banco, blindadas, y los papeles hay que pasarlos por una bandeja de acero inferior. Bien, resulta que si vas con un sólo pasaporte todo va bien, pero si vas en plan familia numerosa, digamos que el "gato esponjoso" no pasa bien.... ;-)
Si todo está bien, te dan un número, y accedes a una sala con un aforo máximo de 65 personas. En nuestro caso (marzo) no había demasiada gente, creo que en ningún momento pasamos de 20-30 personas. Entrábamos a las 09:03. Timing perfecto! Y aquí llegó la sorpresa. ¡Casi no tuvimos que esperar!
Como comentaban en el blog, tienes que pasar por tres ventanillas, la tercera es la entrevista con el Agente Consular. En nuestro caso las dos primeras fueron en español, y sólo la tercera transcurrió en inglés. Enseguida nos pasaron a la primera ventanilla , donde verificaron los papeles. Ya enseguida vimos que la operación correcta (de las nombradas más arriba) era la excluyente. Sólo nos pidió los DS2019 (además del dossier de plástico con los DS160, pasaportes y fotos, que hubo que pasar por debajo del cristal blindado y que casi no pasaba...). Y además sólo los "enmendados", los otros ni mirarlos. Vamos, que casi me "adiestró" diciendo que los que contaban eran los últimos.
Y diréis, ¿qué pasó con el libro de familia y los certificados? Bien, todo quedó resumido a una pregunta:
Empleada del consulado: "Estáis casados, ¿no?"
Nosotros: "sí"
Simple. Con eso acabamos con la primera ventanilla. No nos pidieron ni demostrar los ingresos que nos iban a permitir subsistir (debíamos llevarlo) ni pruebas de arraigo para demostrar que vas a volver, ni ná de ná. Sólo el DS160, el DS2019, los pasaportes y las afotos. ¡Ni siquiera los recibos de pago!
De ahí pasamos a la segunda ventanilla, donde dejamos las huellas de nuestros deditos, y para las 9:10 ya estábamos en espera para la entrevista. Ahí nos tocó esperar un poquito (no más de media hora), y pasamos todos a la entrevista.
No se cuánto duró, pero desde luego no fue ni cinco minutos. Tuve que contar qué iba a hacer, y cuándo íbamos para Seattle, y poco más. Si alguna vez habéis cruzado la frontera de los USA con un ESTA, os puedo decir que en nuestro caso la entrevista fue parecida a la del control de fronteras...
Sólo hablé yo, a los demás no les preguntaron nada. Parece que sólo tienen que ir para dejar las huellas.
Y para acabar el Agente Consular nos dijo que en una semana tendríamos los visados en casa, nos deseó una buena estancia y salíamos aproximadamente a las 9:45. Tiempo total en la embajada: 45 minutos. Tiempo total desde que llegamos a la cola, una hora escasa.
Nosotros que habíamos reservado el tren para volver a las 17:30, para dejar tiempo (ya que en todos los sitios te dicen claramente que puedes estar varias horas), nos encontramos con un montón de horas libres en Madrid (y sin móvil!).
Quisiera aclarar que obviamente esta es nuestra experiencia, no tiene por qué ser la de otros. De hecho, nos tocó ver delante nuestra cómo denegaban el visado en un par de ocasiones. Pero en nuestro caso, en marzo de 2015, fue así de simple.
¿Qué hicimos en Madrid? Una visita improvisada por el Madrid de los Austrias con los miembros de la familia que no habían estado en Madrid (Culpa nuestra, conocen mejor Paris y Londres que Madrid...). Visita al Retiro, a la Puerta del Sol, Palacio Real (sólo exterior).
Obviamente estuvimos en la Plaza Mayor, donde en vez de tomarnos una "relaxing cup of café con leche" lo que descubrimos fue el Mercado de San Miguel:
Un muy buen sitio donde "relajarse" y tomarse un pinchito. Muy recomendable (aunque también muy turístico).
Terminamos el día con visita al Retiro, comida en un Foster y compritas en un Fnac. Ahora, a esperar a los pasaportes....
domingo, 15 de marzo de 2015
Parques Nacionales
Quizás una de las dudas mayores sobre qué hacer en EE.UU. es precisamente decidirse entre las diferentes opciones que se nos ofrecen. Yendo a donde vamos, el estado de Washington, la opción que surge como candidata con más fuerza es visitar sus parques nacionales.
En este enlace se puede encontrar algunas imágenes impresionantes. En ella se listan catorce parques diferentes.
El primer parque nacional fundado en EE.UU. fue el Olympic, creado a finales del siglo XIX por el presidente F.D. Roosevelt. En el uno puede encontrar imágenes como esta:
o esta otra:
Pero, desde luego, si alguno hay que visitar es el parque del monte Rainier. De el hablaremos en otra entrada, y su erupción del año 1980, pero en él hay imágenes que quitan la respiración:
Así que un ítem impepinable en las maletas tienen que ser: ¡las botas de monte!
En este enlace se puede encontrar algunas imágenes impresionantes. En ella se listan catorce parques diferentes.
El primer parque nacional fundado en EE.UU. fue el Olympic, creado a finales del siglo XIX por el presidente F.D. Roosevelt. En el uno puede encontrar imágenes como esta:
o esta otra:
Pero, desde luego, si alguno hay que visitar es el parque del monte Rainier. De el hablaremos en otra entrada, y su erupción del año 1980, pero en él hay imágenes que quitan la respiración:
Así que un ítem impepinable en las maletas tienen que ser: ¡las botas de monte!
domingo, 8 de marzo de 2015
Sobre la lluvia en Seattle...
"¿Que váis a Seattle? ¡Ya os podéis preparar, con lo que llueve!"
Ese ha sido un comentario muy genérico cuando la gente se ha ido enterando de nuestra aventurilla. Como si fuéramos andaluces, a nosotros la lluvia no nos achanta. Después de mirar las estadísticas, resulta que sí que llueve, pero menos que Santiago de Compostela, o más o menos un 50% más que en Pamplona.
Vamos, que no es para tanto, a no ser que Asuracenturix viva en Seattle:
Pero no hay nada como buscar datos para comparar. Así que comparemos dos ciudades, Seattle y Pamplona, durante el mes de enero y febrero.
Primero, la temperatura:
Y luego la lluvia:
Buscando el histórico, ni el mes más lluvioso de Seattle llega al mes de febrero de Pamplona.
Como tantas veces, unos se llevan la fama, y otros cardan la lana...
(Si, ya sé que como estudio estadístico es una caca, ¡puristas!).
Ese ha sido un comentario muy genérico cuando la gente se ha ido enterando de nuestra aventurilla. Como si fuéramos andaluces, a nosotros la lluvia no nos achanta. Después de mirar las estadísticas, resulta que sí que llueve, pero menos que Santiago de Compostela, o más o menos un 50% más que en Pamplona.
Vamos, que no es para tanto, a no ser que Asuracenturix viva en Seattle:
Pero no hay nada como buscar datos para comparar. Así que comparemos dos ciudades, Seattle y Pamplona, durante el mes de enero y febrero.
Primero, la temperatura:
Y luego la lluvia:
Buscando el histórico, ni el mes más lluvioso de Seattle llega al mes de febrero de Pamplona.
Como tantas veces, unos se llevan la fama, y otros cardan la lana...
(Si, ya sé que como estudio estadístico es una caca, ¡puristas!).
Papeleo...
Lo primero que uno tiene que tener claro para una estancia de este tipo es que se va a tener que preparar para muuucho papeleo. Y no sólo para lograr la financiación, sino que hay que seguir un montón de pasos: el visado (si vas más de tres meses), las vacunas de los nenes (si vas a escolarizarlos), el seguro médico, etc.
El visado tiene su tela. Aun teniendo la "suerte" de venir de un país europeo, desde el que no tienes mayores problemas, el proceso es laaargo y laborioso. Nosotros vamos con un visado J1/2. Eso implica que el centro al que voy tiene que emitir un informe diciendo que me acoge. Sólo ese papelico lleva seis semanas. Con el, puedo solicitar el visado en la embajada. Pero, ¿qué pasa si te llega el papelico en custión, y está mal, y hay que rehacerlo? Bien, te toca comerte las uñas y deshojar cual margarita "llegará", "no llegará", "llegará"...
Ahí estamos. Esperando.
También hemos mandado los papeles para los coles. Hemos mandado los certificados de vacunación (para asegurar que vamos sanotes, digo yo). Y claro, si tienes un hijo cuyo calendario de vacunación comenzó en Francia, hubo que cuadrarlo con el español, y ahora hay que certificarlo con el de USA, hombre, creo que a nadie se le escapa que sencillo no es.
Pero ya está mandado. Y ahí estamos, esperando.
Y el seguro médico. Ja, ja! Resulta que ninguno cubre las enfermedades preexistentes. Ahí es donde uno empieza a apreciar (aunque ya lo hacíamos) el sistema sanitario español / universal. El que no cubra las preexistentes implica que no cubre las de evolución larga sepas o no sepas que la padeces. Bueno, crucemos dedos, pero al menos vamos con seguro de repatriación en caso de enfermedad grave... Y obviamente, todo seguro tiene un límite, que en los USA por una radiografía te la cobran a precio de oro...
Al menos los billetes ya los tenemos. Esta todo amarrado por ese lado (si uno se olvida del pequeño matiz de que no tenemos el visado aún...)..
Así que si os preguntáis cómo estamos, diremos que hartos de papeles, y ... ¡esperando!
El visado tiene su tela. Aun teniendo la "suerte" de venir de un país europeo, desde el que no tienes mayores problemas, el proceso es laaargo y laborioso. Nosotros vamos con un visado J1/2. Eso implica que el centro al que voy tiene que emitir un informe diciendo que me acoge. Sólo ese papelico lleva seis semanas. Con el, puedo solicitar el visado en la embajada. Pero, ¿qué pasa si te llega el papelico en custión, y está mal, y hay que rehacerlo? Bien, te toca comerte las uñas y deshojar cual margarita "llegará", "no llegará", "llegará"...
Ahí estamos. Esperando.
También hemos mandado los papeles para los coles. Hemos mandado los certificados de vacunación (para asegurar que vamos sanotes, digo yo). Y claro, si tienes un hijo cuyo calendario de vacunación comenzó en Francia, hubo que cuadrarlo con el español, y ahora hay que certificarlo con el de USA, hombre, creo que a nadie se le escapa que sencillo no es.
Pero ya está mandado. Y ahí estamos, esperando.
Y el seguro médico. Ja, ja! Resulta que ninguno cubre las enfermedades preexistentes. Ahí es donde uno empieza a apreciar (aunque ya lo hacíamos) el sistema sanitario español / universal. El que no cubra las preexistentes implica que no cubre las de evolución larga sepas o no sepas que la padeces. Bueno, crucemos dedos, pero al menos vamos con seguro de repatriación en caso de enfermedad grave... Y obviamente, todo seguro tiene un límite, que en los USA por una radiografía te la cobran a precio de oro...
Al menos los billetes ya los tenemos. Esta todo amarrado por ese lado (si uno se olvida del pequeño matiz de que no tenemos el visado aún...)..
Así que si os preguntáis cómo estamos, diremos que hartos de papeles, y ... ¡esperando!
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