El título de esta entrada hace referencia al slogan que figura en las matrículas de los coches del estado de Washington. Casi todos los estados tienen el suyo, así por ejemplo Alaska es "The Last Frontier", Florida "The Sunshine State", o New york "Empire State". El de Washington se podría traducir como "el estado siempre verde":
Y cómo no, con el monte Rainier al fondo, que al fin y al cabo se ve de práctiamente desde toda la parte oeste del estado.
Si juntamos ese eslogan con el de la ciudad de Seattle ("The emerald city", la ciudad esmeralda, sí, como la de Oz) uno ya se da cuenta que el verde es algo que marca esta región. Y diréis ¿qué verde? Bueno, pues no hace referencia a este verde, sino a este otro:
Algo ya he contado sobre los parques nacionales, aunque de forma muy breve. Pero es muy difícil transmitir las sensaciones que uno siente al ver la inmensidad de los parques y de los bosques que hay por aquí. Aun así, lo vamos a intentar.
Empecemos por el vecindario. Nosotros vivimos en una zona residencial del norte de Seattle, y alrededor de nuestra casa hay árboles, pero muchos árboles, algunos de más de 20m de altura. Esa misma riqueza "arbolística" hace que hayan surgido negocios (qué raro): a mitad de mayo vino a casa una empresa que se dedicaba a comprobar la salud de los árboles de tu jardín, y el estado de las ramas. No sea que con un vendaval se te caigan encima, o a tu vecino y tengas que empezar a pagar indeminizaciones... Y la sombra de los árboles junto con la humedad también permite que se desarrolle una buena capa de musgo en los tejados. Por ejemplo, la vecina tiene un tejado precioso. Vamos, que todo "mu verde".
Aunque estamos en pleno "centro", uno tiene la sensación de estar en un pueblecito en un bosque relativamente abierto. Esto de en pleno centro lo digo en plan americano. En realidad estamos a unas 5 millas (8km) del downtown en línea recta, como vivir en Imárcoain respecto de la plaza del Castillo. Pero al menos estamos dentro del término municipal de Seattle. El jefe del labo en el que estoy vive a unas 10 millas... Y sigue siendo cerca.
Esto de que vivimos en un bosque es literal. Si no hemos visto cien ardillas no hemos visto ninguna. Todas las mañanas vemos alguna, y ellas mismas están acostumbradas a los humanos. Pero también hay otros animales: Un día ví un mapache por la ventana de la cocina. Son muy comunes en Seattle:
Esto ya son palabras mayores, porque con esos bichos hay que tener cuidado. Pueden ser portadores de la rabia :-( Y ya lo más es que si uno se aleja del centro, puede encontrarse ciervos (sí, en el jardín de casa), y está permitido cazarlos.
Esto es lo que hace referencia al vecindario. Pero es que en cuanto sales de la ciudad en seguida estás rodeado de bosque. Y esto ya es bosque, bosque. Esta zona es muy húmeda al encontrarse los vientos que vienen del Pacífico cargaditos de humedad con las montañas del estado (Cascade range, la cordillera de las Cascades). Estas se cargan de nieve, y eso deja humedad para todo el año. El récord mundial de nieve caida en un año está en esta cordillera, con 27m. Para hacernos una idea, es más que un edificio de 10 pisos.
Así que uno se encuentra kilómetros y kilómetros de bosque virgen:
Y de bosque húmedo:
En ellos puedes encontrar ciervos que no se alejan ni aunque te pongas a dos metros. Vamos, que no ven al hombre como depredador. Pero sí que hay animales salvajes. Cuando visitas estos bosques, te obligan a que metas todo lo que produzca olor (comida y cualquier tipo de producto perfumado, como jabones, pasta de dientes, desodorante) en contenedores de acero contra osos: son las bear canisters. Porque los osos ya saben que cuando huelen algo de este estilo es que cerca hay humanos, y suelen llevar una mochila con algo que puede ser comestible. Y obviamente, es mejor prevenir que los ositos no se te acerquen...
Cualquier carretera está rodeada de bosques. Eso a uno le hace pensar ¿de dónde viene aquí la comida? La respuesta es que hay que cruzar las Cascades e ir a la zona este del Estado para encontrar los cultivos agrícolas. Y en el sur, en el valle del río Columbia, uno encuentra cultivos de frutas y de vid. Algo ya hablamos del vino de la región...
Todo ello hace, como decía en el otro post, que este sea el estado de los parques nacionales verdes. Hemos estado en el de las Olympics, y nos falta por visitar como mínimo el del monte Rainier. Algún otro caerá, pero es imposible visitarlos todos. Haría falta mucho más tiempo.
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