Probablemente hayáis oído este chiste, de cuando se arreglaban televisiones (¿os acordáis?):
Se le estropea a un señor su tele y llama al técnico.
Este llega al domicilio y le pregunta cuál es la avería. Cuando se lo explica el dueño, quita la tapa trasera a la tele y bucea un ratito entre todos los componentes electrónicos que hay allí dentro. Luego se dirige a su maletín, saca un componente minúsculo y se lo cambia. Pone la tapa, enciende la tele, y ¡voilà! ¡Funciona!
El señor le dice ¡qué alegría, ya me dirá cuánto le debo!
-Claro que sí, son 60,5 euros.
-¡Cómo tan caro, pero si sólo ha cambiado una piecita de nada!
- Exacto, la pieza, 0,5 euros, saber cuál era la que había que cambiar 60.
Esto viene a cuento porque estos días me he sentido como el señor del chiste, pero sin técnico que lo arregle.
Estoy usando un láser de Argón, potente él, puede dar hasta 6W de potencia (muuuuy brillante, mucho, mucho más que los punteros de San Fermín). Por esa razón es un láser que necesita ser refrigerado, y este en particular lo hace con una circulación de agua. Tiene que ser como mínimo de 8 litros por minuto.
El otro día le entró la pereza y dijo "¡hasta aquí hemos llegado!" y dejó de funcionar. El único error que daba era una lucecita roja que se encendía al lado del cartel "No hay circulación de agua".
El caso es que sin láser, no se puede hacer ná de ná. Así que hemos estado unos días buscando soluciones. La primera, la del chiste: Contactar con la casa que lo fabrica para que vengan a arreglarlo.
La respuesta fué divertida: "No, mire, ese láser ya no lo fabricamos, y además hemos dejado de darle soporte por lo que ni siquiera puede comprar piezas de recambio". ¿¡¿QUÉEEEEE?!?
-"Pero si sólo hace seis años que se compró".
-"Sí, pero no hay remedio. Si quiere puede comprar uno nuevo" !?!?!
Como el "juguete" en cuestión costó 30 000 dólares (y eso que era baratito), no parece una opción muy factible. Nadie tiene así disponible esa cantidad de dinero de libre disposición (bueno, igual si tuviéramos alguna tarjeta black de esas.... )
Esto sí que es obsolescencia programada... Tener que cambiar el láser cada seis años porque no lo reparan es como un poco fuerte. Y nos hemos planteado qué soluciones alternativas había.
Las opciones eran:
- Encontrar láseres de segunda mano
- Encontrar repuestos del láser.
- Intentar averiguar cómo arreglarlo.
Las dos primeras opciones, ná de ná. He contactado fácil con diez proveedores de repuestos, un par de casas de reparación, y un par de empresas de segunda mano, y sólo he conseguido un eco. Y éste para decirme que ya no reparan láseres refrigerados por agua.
Así que ha habido que remangarse, recordar la electrónica, y a intentar arreglarlo.
Lo primero, ver si el agua pasa o no, y después ver si el sensor del láser funfuna. Saber si el agua pasa es muy sencillo: no hay más que mirar el tubo de salida, y así hemos comprobado que el agua sí que sale. Pero, ¿da los 8 litros minuto? Colocando un sensor externo hemos comprobado que sí, el flujo que pasa es el correcto.
Por lo tanto el problema está, o en el sensor, o en la eletrónica. Una vez desmontado el láser, resulta que el sensor funciona bien: se basa en un rotor que se pone a girar cuando pasa el agua como si fuera una rueda de molino. Y llegamos al escenario donde hay que reparar la electrónica.
A estas alturas ya os imagináis por dónde va el asunto, ¿no? Una reparación de 50 céntimos. Pues casi, casi, creo que no llega ni al céntimo.
Después de "jugar" un rato con el osciloscopio, hemos conseguido aislar el problema en una placa, que es el paso que no reacciona cuando conectamos/desconectamos el agua. La placa en cuestión es ésta:
Así que el nene se ha tenido que descargar las características de los circuitos integrados, ver las señales de entrada, e intentar deducir qué señal de salida tenía que producir. Sabiendo eso, uno puede intentar hacer un apaño y fabricarla "artesanalmente".
Bien, pues resulta que después de un "ratito" reconstruyendo el circuito y demás, su función no es más que hacer de interruptor para una señal. Si no hay flujo, no deja pasar la señal, si hay flujo de agua manda la señal de vuelta.
Saber cuál es el problema es el 90% de la solución. Y diréis, ¿qué has cambiado para arreglarlo?
¡Je! Muy sencillo, directamente he quitado la placa y he puesto el "interruptor" en cerrado:
La reparación ha consistido en cambiar la placa de la primera imagen por el cablecito morado que se ve en la segunda foto.
Como siempre, una vez sabes la solución, parece fácil. El problema es que al tuntún no podíamos probar, no fuera que nos cargáramos más componentes del láser.
Y ahora ya funciona.
En esa foto estaba emitiendo con 0.855 W.
Así que nos hemos ahorrado muchos dólares y sobre todo, tiempo.
Si os digo la verdad, hasta me lo he pasado bien recordando la electrónica.
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