lunes, 13 de abril de 2015

Wisteria Lane

Hay una serie americana sobre la vida en un barrio residencial: Desperate Housewives, en casizo Mujeres desesperadas. Hoy cuando me iba al trabajo me he cruzado con un grupo de cinco mujeres, que pienso yo que se iban a andar. Me han recordado al grupo de la serie, pero no por lo juveniles precisamente...
...sino por el vecindario y porque iban las cinco en grupito charlando muy animadas.

Bueno, pues el barrio respira el mismo ambiente que en la serie: todo casitas muy bien cuidadas, muy pocos coches pasando por el barrio, mucho "jardineros" cuidando los "jardines". Ya os dijimos que aquí al lado, a una manzana, creció Guillermo Puertas:


Sólo faltaba el vecino que viniera a vernos con una tarta de manzana. 

Hasta ahí no hemos llegado, pero una muestra de ese deshacerse con los vecinos la tuvimos el domingo cuando nos fuimos de paseo por el barrio, a alucinar con las mansiones. 

Hay algunas que tienen su "trozo" de costa del lago privado, con embarcadero y todo. Teniendo en cuenta que tienen conexión con el mar vía el canal y las esclusas, no es raro que tengan "aparcado" su "barquito" para hacer excursiones de pesca.

Eso hace que esta zona, además, al tener tantos lagos y sólo poder llegar a ellos por barco o avión, sea una zona muy tranquila con una alta densidad de escritores y demás. Cuando digo avión es literal, porque un método de transporte que funciona muy bien aquí es el Taxi-hidroavión.

Bueno, a lo que iba. El domingo estábamos de paseo, y en una de estas íbamos por una calle y yo quería hacer una de esas fotos "espontáneas" que les ponen negros a mis hijos ("ya quiere Papá que hagamos"...algo que no quieren). En ese momento, una mujer que estaba al otro lado de la calle, y dentro de un coche, bajó la ventanilla y empezó a hablarnos.

Que si "Hola que tal", que si "dónde viven". Y nosotros:
-Estamos por poco tiempo, somos de fuera.
-Ah, yo estuve en Francia una vez.
-No, nosotros somos de España.
-Perdone, creí por el acento que era de Francia.
-No se preocupe. Estamos dando una vuelta por el barrio. La verdad es que es una vecindad muy agradable. 
- ¿A que sí? Mire, nosotros ahora mismo nos vamos (llegaba el marido al coche), pero si tiene cualquier problema, no dude en venir a nuestra puerta y llamar, encantados de ayudarle. Soy "xzfgd" (no fuí capaz de descifrar el nombre).
- Encantado, mi nombre es Javier.
- Ha sido un placer.
- Igualmente.

Y se fueron. Si le doy la dirección, aparece al día siguiente con una tarta de manzana, y dos días después tengo a mi mujer en el grupo de Wisteria Lane....

¡Casi mejor que no!

P.S. De todas formas, esta entrada no pretende ser una crítica. No puedo dejar de resaltar que todo el mundo se ha deshecho en atenciones para acogernos. Esperemos que todo siga así.

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